Comunidad del Cordero
Familia Dominicana
Fundada en Francia el 6 de febrero de 1983 por Monseñor Jean Chabbert, arzobispo-obispo de Perpiñán, la Comunidad del Cordero es «un nuevo retoño nacido del tronco de la Orden de Predicadores»; el 16 de julio de 1983, es reconocida «perteneciente como tal a la Familia de Santo Domingo» por el entonces Maestro de la Orden de Predicadores, padre Vincent de Couesnongle.
Actualmente, la Comunidad reúne a ciento cincuenta hermanitas y a unos treinta hermanitos de diferentes países. Los hermanitos y hermanitas comparten un mismo Propósito de vida y pueden reunirse para los oficios litúrgicos. Ahora bien, la vida comunitaria y doméstica tiene separado marco, existiendo fraternidades propias de hermanitos por un lado y de hermanitas por el otro.
Desde 1996, el cardenal Christoph Schönborn o.p.,arzobispo de Viena (Austria), es el obispo responsable de la Comunidad.
Tras la elección del papa Francisco
En 1994, Mons. Jorge Mario Bergoglio los acogía en Buenos Aires para fundar allí nuevas pequeñas fraternidades de hermanitos y hermanitas. Así ocurrió que, durante veinte años, fueron ya contados entre las ovejas de su rebaño. Conocía él realmente por su nombre a todas ellas, y, así, a los dos días de su elección, los convocó, junto con el cardenal Christoph Schönborn, a todos los hermanitos y hermanitas del Cordero que estaban en Roma.
Fundación y carisma
Fundadas como Pía Unión el 6 de Febrero de 1983 por Moseñor Jean Chabbert, Obispo de Perpiñán, Francia. Incorporadas a la Familia Dominicana en 1983 por el Maestro de la Orden Fray Vicente de Couesnongle.
Finalidad: Vida comtemplativa y de misión itinerante en medio de los pobres.
Obispo Responsable: Monseñor Christoph Schönborn OP, Arzobispo de Viena, Austria.
Priora General: Hna. Marie Coqueray
Residencia: Saint Pierre Plavilla – 11270 Fanjeaux Francia
Responsable en Argentina: Hna. Marie Madelaine
Residencia: Santiago del Estero 1131 – C1075AAW Buenos Aires
Tel.: (011) 43054390
«En Su Carne, En Su Persona, Cristo Dio Muerte Al Odio»
vivido en la humildad de la vida cotidiana significa:
«Heridos, Nunca Dejarán De Amar»
Misioneros en su santa faz…
Unidos íntimamente a Jesús en su Pasión
Siguiendo a Jesús pobre y crucificado,
en búsqueda de la oveja más perdida
orando sin cesar el nombre de Jesús,
van de puerta en puerta
pidiendo la limosna
el pan de cada día.
Testigos del amor mendicante de Dios,
testigos del Evangelio,
en la casa o en el camino,
de día o de noche,
compartirán la suerte de los que hoy son tratados,
como el recién nacido de Belén,
el crucificado del Gólgota…
Anuncian el Evangelio a los pobres, para que todos, ricos y pobres sean evangelizados…
…estos innumerables rostros vecinos hermanos y amigos, familiares de nuestros caminos.
Es el camino de la kénosis que nos indica Jesús
para el anuncio del Evangelio
para todo hombre de buena voluntad.
Jesús siendo de condición divina,
no retuvo ávidamente el ser igual a Dios
sino que se despojó de sí mismo
tomando condición de siervo,
haciéndose semejante a los hombres
y apareciendo en su porte como hombre;
y se humilló a sí mismo,
obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz…