A Cristo crucificado

Versículos sobre la Pasión

 

A imitación de santa Catalina de Ricci (+ 1590) las comunidades de nuestra Orden se dieron con agrado a la meditación de la pasión del Señor cantando estos versículos que se dan a continuación y que se han tomado de la sagrada Escritura. También algunos de estos versículos pueden usarse en celebraciones de Cuaresma y también como preces de Vísperas.

Después de una breve monición (o lectura bíblica) ante la imagen o cuadro de nuestro Señor Jesucristo crucificado, el cantor entona con voz moderada lo siguientes versículos intercalando una pausa de meditación.

1. Mis amigos y compañeros se alejan de mí, *
mis parientes se quedan a distancia. Sal 37, 2

2. Encerrado no puedo salir, *
y los ojos se me nublan de pesar. Sal 87, 9b-10a

3. Y mi sudor era como de goterones de sangre, *
que bajaba hasta el suelo. Lc 2, 44b

4. Me acorrala una jauría de mastines, *
me cerca una banda de malhechores. Sal 21, 17

5. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban *
la mejilla a los que mesaban mi barba. Is 50, 6a

6. No oculté mi rostro a los insultos *
ni a los salivazos. Is 50, 6a

7. Señor mío, todas mis ansias están en tu presencia, *
no se te ocultan mis gemidos. Sal 37, 10

8. Los soldados trenzaron una corona de espinas; *
y se la pusieron en la cabeza. Jn 19, 2

9. Me taladran las manos y los pies, *
puedo contar mis huesos. Sal 21, 17b-18a

10. En mi comida me echaron hiel, *
para ml sed me dieron vinagre. Sal 68, 22

11. Al verme se burlan de mí, *
hacen visajes y menean la cabeza. Sal 21, 8

12. Ellos me miran triunfantes, *
se reparten mi ropa, echan a Suerte mi túnica. Sal 21, 19

13. A tus manos encomiendo mi espíritu, *
tú, el Dios leal, me librarás. Sal 30, 6

Aquí el coro repite:
A tus Manos, etc.

14. Acuérdate, Señor, de tus Siervos, *
cuando llegues a tu reino. Lc 23, 42

En voz más alta:
15. Jesús dio otro grito fuerte, *
y exhal6é el Espíritu. Mt 27, 50

Cantado esto se hace una pausa de silencio más prolongada y la asamblea se arrodilla o se postra; el cantor prosigue con los versículos, pero en voz más alta y haciendo una breve pausa entre ellos.

16. Cantaré eternamente *
las misericordias del Señor. Sal 88, 2

17. Él soportó nuestros sufrimientos, *
y aguantó nuestros dolores. Is 53, 4

18. Fue traspasado por nuestras rebeliones, *
triturado por nuestros crímenes. Is 53, 5

19. Todos errábamos como ovejas, *
cada uno siguiendo su camino. Is 53, 6a

20. El Señor descargó sobre él *
todos nuestros crímenes. Is 53, 6b

21. Despierta, Señor ¿por qué duermes? *
Levántate, no nos rechaces más. Sal 43, 24

El coro repite:
Despierta, Señor, etc.

El cantor repite a su vez:
Despierta, Señor, etc.

22. Él es mi Dios y mi Salvador; *
confiaré y no temeré. Is 12, 2

23. Te rogamos, pues, que vengas en ayuda de tus siervos *
a quienes redimiste con tu preciosa sangre. Te Deum, 15

Para terminar, se puede cantar:
V. Jesús benigno, ten misericordia de nosotros.
R. Pues padeciste con gran clemencia por nosotros

Oremos:
Mira, Señor de bondad, a tu familia santa, por la cual Jesucristo nuestro Señor aceptó el sacrificio de la cruz, entregándose a sus propios enemigos. El cual vive y reina contigo por los siglos de los siglos.

Después de la oración la asamblea puede, si se cree oportuno, venerar el crucifijo o cuadro, mientras se puede cantar el himno Vexilla Regis, u otro canto apropiado.

 

Oración a Cristo crucificado

Te pido, Señor Jesucristo,
que mi mente se vea absorta por la ardiente y dulce fuerza de tu amor
presente en todas las cosas que hay bajo el cielo
a fin de que me consuma en amor de tu amor,
ya que por amor a mi amor
te has dignado morir en el madero de la cruz.

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