Esta guía ofrece cantos y textos de meditación referidos a la Eucaristía
elaborados por Santo Tomás de Aquino. Puede utilizarse tal como se ofrece a continuación, o bien, puede adaptarse, según las circunstancias, para realizarse después de la Misa de Corpus Christi, incluida la
procesión con el Santísimo.

I. Exposición del Santísimo Sacramento.

Canto: Adoro te devote 

II. Adoración.

Lectura 1

[Cristo] El Hijo único de Dios, queriendo hacernos partícipes de su divinidad, tomó nuestra naturaleza, a fin de que, hecho hombre, divinizase a los hombres.

Además, […] para nuestra reconciliación, ofreció, sobre el altar de la cruz, su cuerpo como víctima a Dios, su Padre, y derramó su sangre como precio de nuestra libertad y como baño sagrado que nos lava, para que fuésemos liberados de una miserable esclavitud y purificados de todos nuestros pecados.

Y a fin de que guardemos por siempre jamás en nosotros la memoria de tan gran beneficio, nos dejó a nosotros, los fieles, bajo la apariencia de pan y de vino, su cuerpo, para que fuese nuestro alimento, y su sangre, para que fuese nuestra bebida.

Canto: Oh Pan de Ángeles

Lectura 2

¡Oh banquete precioso y admirable, banquete de salvación y lleno de suavidad! ¿Qué puede haber que sea más precioso que este banquete, en el cual no se nos ofrece para comer la carne de terneros o de cabras (como se hacía antes bajo la ley del Antiguo Testamento), sino al mismo Cristo, verdadero Dios?

No existe sacramento más saludable que éste, pues por él se borran los pecados, se aumentan las virtudes y se nutre el alma con la abundancia de todos los dones espirituales.

Nadie es capaz de expresar las delicias de este sacramento, en el cual gustamos la suavidad espiritual en su misma fuente y celebramos la memoria del inmenso y sublime amor que Cristo mostró en su pasión. Por eso, para que la inmensidad de este amor se imprimiese más profundamente en el corazón de los fieles, en la última cena, cuando después de celebrar la Pascua con sus discípulos iba a pasar de este mundo al Padre, Cristo instituyó este sacramento como el memorial perenne de su pasión, como el cumplimiento de los antiguos signos y semejanzas del Antiguo Testamento, y como la más maravillosa de sus obras; y lo dejó a los suyos, a sus amigos, como singular consuelo en las tristezas de su ausencia.

Canto: Verbum supernum 

III. Rezo de Vísperas.

IV. Bendición con el Santísimo Sacramento y reserva.

Canto: Pange Lingua

Canto: Sion, alaba al Salvador